23 Abr México necesita apoyar a los emprendedores sociales.
Es evidente que la innovación y la creación de nuevas empresas son factores esenciales para poder sostener el incremento de productividad de una sociedad. Y es aquí cuando los Startups y nuevos emprendedores contribuyen de manera muy significativa al desarrollo de la economía y bienestar de la población. Por lo que al desarrollar nuevos productos y nuevas tecnologías, están contribuyendo a la creación de nuevos mercados y nuevos modelos de negocio que se van adaptando poco a poco a las necesidades de las personas.
A pesar de esto, en México, estos nuevos emprendedores sociales enfrentan retos bastante grandes durante los primeros años de su consolidación, de acuerdo a un estudio realizado por el movimiento de emprendimiento “Fuck Up Nights”, “en México el 75% de las startups cierran operaciones luego del segundo año de existencia, lo que implica que apenas el 25% de ellas se mantenga”.
Tradicionalmente, las grandes empresas, como aquellas que cuentan con más de 250 empleados, han sido las que mayoritariamente ocupan a la población económicamente activa, durante los últimos años.
En el caso de México, según cifras oficiales, son las PYMES las que generan 81% las fuentes de trabajo, la cuestión es que si cada una emplea, aproximadamente, entre 20 y 30 personas, se van a necesitar miles de estas para satisfacer por completo la demanda actual y sobre todo futura. Puesto que en el año 2012 y 2016 en México se priorizo el apoyo a los nuevos emprendimientos innovadores como marco de estrategia nacional de competitividad, innovación y crecimiento, podemos observar un progreso que ha ido avanzando poco a poco a lo largo de los años.
Es por esto que se puede decir que la respuesta a un progreso de alto impacto está en los emprendedores sociales, quienes hacen crecer proyectos de manera rentable y sostenida en el tiempo.
Apoyar a dichos emprendedores es fundamental para el desarrollo del país y aportar a la creación de empleo, pues son ellos quienes contribuirán a crear empresas grandes que ofrecen no sólo solución a la escasa oferta de empleo, sino un progreso en proyectos que beneficie a toda la sociedad.
Claro que desarrollar un negocio de alto impacto implica muchos retos, pero al mismo tiempo representa grandes áreas de oportunidad. Por esto es que invertir capital en el apoyo de proyectos innovadores es un comienzo para ver un cambio en nuestro país.
La motivación del emprendedor social va directamente vinculada a la generación de un valor añadido para la sociedad, pues son ellos los que tienen la visión de crear un México cada vez, con nuevos valores humanos.
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